A menudo nos interesa un tema en particular y nos
encontramos con ciertas barreras en el camino de su conocimiento más profundo.
Frecuentemente las dificultades se relacionan con el hecho de que no tenemos
una formación específica que nos permita desenvolvernos fluidamente en el
lenguaje propio de la disciplina a abordar y por ende entre los conceptos que
constituyen su fundamento. Buscamos entre la información clasificada como “de
divulgación”, pero entonces nos encontramos o bien con exposiciones demasiado
simplistas o por el contrario nada divulgativas, llenas de conceptos
enmascarados en términos que se nos hacen difíciles de asimilar.
En el caso de la cerveza, cuando más allá del puro disfrute
con su degustación, queremos saber por qué y cómo se consigue obtener nuestro
apreciado líquido y cuáles son las características que lo definen desde un
punto de vista algo más técnico que el de su simple observación, nos podemos
encontrar perdidos en el lenguaje de la química fundamentalmente. Sin necesidad
de obtener alguno de los grados de licenciatura, que se agrupan bajo el amplio
espectro de la química, es perfectamente posible abordar este acercamiento más
técnico, por decirlo así. Sólo hay que acometer la tarea con un poco de
paciencia y dejarse guiar por alguien que sea capaz de mostrarnos los conceptos
implicados con una luz adecuada.
A pesar de la pretenciosidad que pueda aparentar el
ofrecerse uno mismo a ejercer de tal guía, me atrevo a proponer en este blog las
herramientas para seguir un camino despejado o al menos el ir ayudando a
despejarlo.
El objetivo es que no nos desanimen términos como “dicetonas
vecinales”, beta glucanasas, “absorbancia” a tal “longitud de onda”, etc. No
encierran conceptos indescifrables para cualquiera que no tenga formación científica
o técnica vinculada a la química. Comprender qué significan éstas expresiones
nos acercará más al conocimiento de nuestra bebida favorita.
Si en cualquier momento alguien no es capaz de comprender un
concepto no debe sentirse inútil o poco capacitado, el inútil o incapaz seré yo
que no habré sabido explicar adecuadamente la cuestión.
Con el ánimo de afrontar este objetivo he estructurado el
blog de manera que nos vayamos acercando progresivamente al núcleo de la
cuestión. Comprender no sólo cómo, sino porqué, de unas semillas tostadas puestas
en remojo, con tan sólo unos hongos y unas flores secas, se obtiene algo tan espectacular
como la variedad de bebidas agrupadas bajo el nombre de cerveza, requiere
comprender de qué están hechos cada uno de los componentes y cómo interaccionan
entre sí. Esto requiere enfrentarse a los procesos que tienen lugar en esta interacción desde un
punto de vista químico. Por tanto lo primero será ver cuáles son las piezas que
conforman las materias propias de nuestro proceso cervecero, átomos y moléculas.
Veremos cómo se unen entre sí estos componentes y cómo ésta unión determina
ciertas características de la materia que conforman. Luego nos acercaremos a
las interacciones que tienen lugar entre las distintas sustancias. Después
abordaremos la influencia que el resultado de tales interacciones tiene en la
formación de una nueva sustancia. Por último veremos cómo analizar las
propiedades del resultado final de tal proceso interactivo.
Este blog no pretende ser un curso de química. Tan sólo un
cúmulo de conceptos relacionados con la química y la cerveza expuestos de la
manera más sencilla posible. Muchas entradas tendrán apartados que
uno puede saltarse, incluso entradas completas, si ya considera que acerca del
tema tratado tiene “suficiente” información. Esto sólo lo puede valorar uno
mismo.
Espero que este blog sirva de complemento y ayuda a quien
encuentre alguna dificultad en mi otro blog: http://caeliacerea.blogspot.com.es,
que trata sobre la historia de la cerveza en España y ciertos aspectos técnicos
relacionados con la bebida en cuestión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario